Libro para entretener y aprovechar, en su fin íntimo.
MEMORIAS
DE UN SINVERGÜENZA DE SIETE SUELAS,
Ángela Becerra.
Ángela Becerra.
La
perspectiva desde su espacio de muerte, más bien desde su espacio para ser
enterrado, el féretro, Francisco repliega toda suerte de historias, anécdotas,
arrepentimientos y añoranzas por todo aquello cuanto dejo de hacer en la vida y
todas con las cuales logro caminar por estar sobrellevando la falta de carácter
para asumir un amor verdadero, tras el telón de las normas sociales discriminatorias.
Escuchando
las gentes agolpadas en su velorio, reclamando, llorando, prometiendo,
devolviendo, haciendo honores, forma una analogía con su vida de vil
sinvergüenza, que lo llevo a planear y definir que el día de su muerte las
gentes se juntaran para dejar la huella, audaz, simple o con retórica de quien
fuera “el Hermoso” único capaz de seducir mujeres y a manera de trofeos llenar
su casa de Pavos reales, de casta, como muestra entonces de su hazaña, ante los
ojos irritados e iracundos de su esposa quien claramente conocía el fin de
estos y la procedencia de su orgullo, la infidelidad.
En
cada letra, hallamos en Francisco, un ser agraciadamente descarado, solitario,
convocado por sí mismo a la soledad en medio del gentío, como consecuencia del
amor que debio callar, amante de la ilusión y creador de la expectativa de un
futuro junto a su amada quien decide esperarlo, hasta el día en que sin saber por
qué, una palabra no dicha, una promesa no cantada, se revele aunque sea un
instante, el que ponga a nuestro personaje en un estado catatónico, y logre entonces
que en una narración de tres personajes, de tres perspectivas, de tres formas
de contar lo vivido, resulten unidas en el escenario más inesperado, un
velorio.
No
es el primer libro que leo de Ángela Becerra, pero si hallo en este con un lenguaje
casi coloquial o citadino una ilustración una ciudad como Sevilla, en un
entorno folclórico y ameno de lo cotidiano de los ciudadanos. Gentes de
alcurnia, asolapando cualidades y protegiendo prejuicios creados. Su lenguaje
simple, dibujando a un Francisco como un sinvergüenza mientras oculta su yo, en
la posesión y enriquecimiento, en la extravagancia y el sexo; entre los engaños
y la bondad; O creando una Alma, mujer
bella, capaz de amar silenciosamente, pero a la eternidad, fuerte, más segura
de lo que imagina, enfrentada a luchas rivales, envidias y añoranzas, frente a
una Morgana, mujer de cuerpo escultural, infame, desvergonzadamente mala,
incapaz de sentir aprecio por ella misma; lujuriosa e inagotable mujer de mundo
falso, extrovertida y de hilarantes actitudes de venganza contra su esposo,
Francisco. Es esta el arma que utiliza la autora para atrapar.
Realmente
no esperaba esto, siendo Ángela Becerra, una autora con temas de realismo, más
profundos, resulto dándome la oportunidad de descubrir en la simplicidad y
común de la historia un entorno que a veces parecía no comprender hasta que
entraba el siguiente narrador y daba las explicaciones del caso. Mientras nos
perdemos en sus descripciones de capitulo en capitulo, vamos descubriendo la
faceta del amor sincero, que termina catapultando a nuestros personajes, en un
cuadro agradable, en un libro para recomendar, cuando se quiere hallar en la
lectura algo divertido, temas para reflexionar o enojarse, pero que al fin de
cuentas no labren nada en tu pensar o sentir, porque resulta siendo una
historia mas, solo que bien contada.
LIBRO FLUIDO, DE DESCANSO..Merece ser Leido
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